Cómo se puede morir
de amor?, como decía la canción, que contradición. Y es que el amor
no mata, lo que mata es el desamor. Tampoco se puede tomar la frase
literalmente porque uno no muere fulminado cuando le dan calabazas,
cuando no le cogen el teléfono, cuando ve que la otra persona camina
de la mano de alguien que no eres tu… No, uno no cae fulminado pero
se le parte el corazón a pedazos, y le falta el aire, porque el
cuerpo en un mecanismo de defensa intenta que esos trozos no se
desparramen y te achicharren por dentro como si te hubiesen cargado
de metralla. Uno no muere fulminado, lo hace lentamente, despacio,
saboreando el dolor de esa herida que no se cierra con nada.
Y también uno muere
de amor no porque falte sino porque sobra, ¿como es posible ésto?,
tampoco es muy entendible, pero sí amigos, porque todo es malo en
exceso, hasta el amor. Cuando te aman demasiado, cuando respiran por
tus poros, obstruyendo ese aire privado y único que todos
necesitamos, cuando te miran con ojos de cordero degollado diciéndote
“si te vas, me muero”, te están encadenando, te están obligando
a un compromiso que te asfixia. Tampoco te mata fulminante pero al
igual que en el caso anterior, te va oprimiendo el pecho, poco a poco
hasta que te quedas sin aire y mueres, también de amor, pero en éste
caso, de sobreamor.
La gente confunde
mucho el sentido de lo que es amor, porque ni lo uno ni lo otro, se
puede incluir en esa palabra tan grande que escribo con mayúsculas
porque para mí es la palabra más bonita que existe: “AMOR”.
El amor es otra
cosa. Si amas a alguien, déjalo ir; dale alas, no grilletes. Si
amas a alguien, no hace falta que lo colmes de halagos, podrá saber
la calidad de tus sentimientos por como le besas. Si amas a
alguien, amate a ti primero, así no tendrás que morir de amor, ni
por exceso ni por defecto.
Ese es el verdadero
amor que se puede escribir con mayúsculas.
Anyma
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