APROVECHA LAS OCASIONES Y CAE EN LAS TENTACIONES
“Ocasión y tentación, madre e hija son”. Nuestro refranero suele ser
fuente de sabiduría popular, pero dejadme que os diga que, en esta
ocasión, más que sabio, me resulta… ¡castrador!. Lo que nos está
diciendo es que evitemos la ocasión para evitar caer en algún pecado o
equivocación. Y sencillamente, no estoy de acuerdo.
Pienso que las ocasiones, o más bien las oportunidades, hay que
aprovecharlas. Dejarse tentar por ellas y sacar de dentro la valentía
necesaria para sucumbir a sus encantos. Siempre, claro está, que esa
tentación suponga algo enriquecedor, divertido o gratificante para
nosotras. ¿Alguien nos propone un viaje inesperado que no estaba en los
planes familiares? Hagamos la maleta y escapemos unos días. Os aseguro
que la casa no se vendrá abajo. ¿Esos zapatos divinos se nos salen del
presupuesto? Ninguna economía, hasta el día de hoy, se ha hundido por un
capricho de tacón alto. ¿Los petit fours que nos guiñan un ojo
desde del escaparate de la pastelería no están en lista de alimentos
permitidos de nuestra dieta? No pasa nada, por esta vez. Disfruta de esa
maravillosa dulzura que te va directa al cerebro, mientras los
compensas con una caminata a paso ligero.
Oscar Wilde, famoso por su irónica inteligencia y sus brillantes
aforismos, nos invitaba a “librarnos de la tentación cayendo en ella”.
Quizás, después de tantos años pensando en los demás, nos merecemos ser
un poco malas, un poco egoístas y un poco felices. ¿No os parece,
pecadoras?
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