Si en el terreno de la alimentación existe una ley que reserva los términos “ecológico”, “orgánico” o “biológico” para los productores que cumplen una serie de condiciones, en el ámbito de la cosmética reina actualmente el caos. Ante esta situación, los fabricantes de cosméticos naturales y ecológicos han promovido la creación de avales que garanticen ante los consumidores la calidad de sus productos. Así, un grupo de empresas alemanas aprobó en 2001 el pliego de condiciones para recibir el sello pionero de la asociación BDIH.
En los años siguientes han ido apareciendo productos con otras garantías. Las empresas francesas se adhieren a los sistemas Ecocert y Cosmebio; las italianas, al Aiab Cosmesi y las británicas, al de la Soil Association. Por su parte, las norteamericanas imprimen en sus etiquetas el mismo sello gubernamental que los alimentos ecológicos, el USDA Organic, y acaban de crear un nuevo aval para la “cosmética natural”. Por lo que respecta a España, las empresas pioneras están optando por el Ecocert.
Todos estos avales implican unos requisitos similares en la obtención de los ingredientes y en su elaboración, pero existen diferencias que ni el consumidor más informado conoce. Por eso, entidades certificadoras y empresas de diferentes países están trabajando desde hace años para crear unas normas y un sello unificados con dos categorías: la “natural” y la “ecológica” (Cosmos Standard).
No hay comentarios:
Publicar un comentario