Diagnóstico y clasificación: tipos de esguince
En la mayoría de los casos, el diagnóstico de un esguince se puede hacer con un examen físico. Sin embargo, puede resultar necesario realizar una radiografía para descartar la posibilidad de que exista una fractura.
Si la lesión se prolonga o no se resuelve como se espera, se puede llevar a cabo una resonancia magnética para observar los tejidos y los ligamentos circundantes. De esta manera se descarta también la posibilidad de que exista una lesión más grave.
Los esguinces pueden clasificarse en diferentes grados según la gravedad de la rotura del ligamento. Así, distinguimos entre los esguinces de primer, segundo y tercer grado.
De primer grado
En el esguince de primer grado (o leve) las fibras del ligamento están estiradas pero intactas.
De segundo grado
El esguince de segundo grado, o moderado, se distingue por ser una rotura de parte de un ligamento -concretamente, de un tercio a casi todas sus fibras.
De tercer grado
Finalmente, la lesión de tercer grado o esguince severo es una ruptura completa del ligamento.
Tratamiento y manejo
El tratamiento para un esguince depende de la articulación involucrada y de la gravedad de la lesión y puede ir desde el reposo en casa la cirugía.
Tratamiento en casa
Si es un esguince leve o moderado, puede llevarse a cabo un tratamiento desde casa en que se deben seguir unas instrucciones específicas para que la lesión cure de forma rápida y efectiva.
Descansar, aplicar hielo cada dos o tres horas y comprimir la lesión mediante un vendaje son indicaciones indispensables a la hora de curar un esguince. Asimismo, se recomienda mantener el área lesionada elevada por encima del nivel del pecho.
Medicamentos
Para esguinces leves, es probable que el médico administre analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol(acetaminofén) para aliviar el dolor asociado a la lesión.
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