Trazar tu línea

Trazar tu línea

Cuántas cosas hubiese cambiado, empezando por mi actitud. No mi actitud hacia ti sino hacia mi misma.

Porque la actitud hacia una mismo determina todo lo demás. Yo tenía una frase que decía: “Si no quieres que te pisen, deja de comportarte como una alfombra”. Porque es así de fácil, amigos, y en la mayoría de las veces no es que actuemos con mala intención, pero vemos una alfombra y la pisamos, y si nosotros nos exponemos, nos abrimos sin poner ningún límite, terminaremos siendo pisados porque la gente va a lo suyo, está en sus cosas y si ve donde puede agarrarse, o pisar, mejor dicho, pues lo hace sin ser conscientes muchas veces que te están pisando, creyendo además que tu se lo permites.

Esto no significa a mi entender, que debamos ir por la vida con miedo, ni con reparo, ni siendo avaros en sentimientos, ayuda o beneficio hacia los demás, para nada. Esto significa que los límites son necesarios para una buena connivencia o relación con los demás. Fijaros por ejemplo una cosa muy curiosa, ¿os habéis dado cuenta de la gente que normalmente camina por los carriles bici sin ser conscientes de ello? Yo que voy en bici todos los días, puedo asegurarlo. Y la mayoría no se da ni cuenta, caminan por ese carril como si su pensamiento interior le dijera: “Ve por aquí”. En el fondo, somos rebaño, seguimos el camino marcado, y lo peor, no nos damos cuenta. Solo reaccionamos cuando escuchamos el claxón de algún ciclista que nos dice que nos apartemos. El carril es como ese límite del que hablaba antes. Todos debemos poner límites a nuestro caminar, para que nadie pise donde no debe, para que nadie tenga que tocar el claxón y decirnos que nos apartemos. Los límites son saludables, y lo mejor es empezar por nosotros mismos. Dibujar una raya en la arena y decir: hasta aquí soy yo, lo que significa que no estás a merced de nadie, que tienes tu espacio y que necesita ser respetado. Después uno puede ir dibujando esa raya más cerca o más lejos según las circunstancias, pero por lo menos, en un principio, te ahorrará muchos malos entendidos sobre tu persona.

Anyma.

Pescaítos, que pensáis de esta reflexión? Esperamos vuestros comentarios