¿No te ha pasado nunca que al tomar partido en un
conflicto lo único que consigues es empeorar la situación? ¿O que algo
se resuelve de la forma más natural posible cuando tú ya has decicido
–¡lo tuyo te costó!– mantenerte al margen?
Desde oriente, nos llega una antigua y valiosa enseñanza: la filosofía «wu wei»,
que recomienda dejar que las cosas sigan su curso, tal y como el agua
de un río sortea los obstáculos que encuentra a su paso hasta llegar al
mar. En nuestra cultura, movida por las prisas y orientada a la acción,
este movimiento filosófico puede resultar chocante, pero especialmente
si eres una persona impulsiva, impetuosa o impaciente, no actuar a la
primera de cambio, es decir, dejar que la situación respire y tome forma
puede ser todo un acierto.
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