Tira lo que no sirva
Poner orden quitando lo que sobra es la forma más rápida, fácil y
económica de renovar el hogar. Deshazte sin piedad de todo lo que ya no
uses o haya dejado de gustarte: dona la ropa, calzado, libros, adornos y
vajilla a asociaciones benéficas o vende lo que puedas por Internet.
Busca programas que paguen a cambio de CDs, DVDs y artículos de
electrónica, y lleva tus gafas viejas a la farmacia. Para asegurarte de
que tienes dónde guardar todo lo que te quedes, invierte en cestas y
cajas bonitas, y añade más estanterías o ganchos si hace falta.
Un toque de color
Cambia el aspecto de una habitación en un día pintando una sola pared
(o incluso una puerta o los rodapiés) de un color vivo. Después, solo
tienes que añadir accesorios como cojines, tejidos, lámparas o jarrones
en ese tono.
Ten en cuenta el aire
Las velas perfumadas y los difusores de varillas permiten crear un
ambiente fresco, acogedor y limpio en unos minutos. Prueba las velas y
difusores Febreze, que dejan una agradable fragancia, y además eliminan
los olores en lugar de esconderlos.
Presta atención a los detalles
El cristal es un imán para el polvo, así que aunque te parezca que
las ventanas no están muy sucias, el aspecto de cualquier habitación sin
duda mejorará drásticamente si las limpias. Pon en un cubo pequeño agua
caliente con dos cucharadas de vinagre y limpia los cristales por fuera
y por dentro. A continuación, sécalos con papel de periódico para
evitar que queden marcas. ¡Verás cómo relucen! Haz lo mismo con los
espejos que tengas en casa.
Piensa en qué muebles necesitas
¿Tienes un sillón que nunca usas? ¿Te vendría bien una cómoda más
grande? ¿O una mesa de café más pequeña sería ideal para el estilo de tu
salón? Plantéate optar por muebles multifunción para ahorrar espacio:
por ejemplo, un sofá‑cama en la habitación de invitados en lugar de una
cama de matrimonio, o una banqueta con espacio de almacenamiento para
esconder cosas. Por último, reconsidera la colocación de los muebles: a
veces, basta cambiarlos de sitio para dar al espacio un aspecto
totalmente nuevo.
Date al upcycling (o supra-reciclaje)
Es una forma fantástica de revitalizar accesorios o muebles viejos.
Pinta sillas o mesas de madera de un color vivo; cambia los tiradores de
los cajones o puertas; renueva cojines o cortinas añadiendo una cinta o
incluso borlas; pinta con
spray jarrones y marcos de fotos; reviste cajas o archivadores con papel de motivos alegres… El cambio merecerá la pena.
Elige bien cómo cubrir el suelo
¿El suelo que tienes ahora no te gusta nada? Tápalo con una alfombra
grande para transformar la habitación en cuestión de segundos. Los
motivos, colores y texturas posibles son infinitos, así que seguro que
te enamoras de alguna.
Crea «capas» de luz
Pide consejo a un diseñador de interiores y asegúrate de que las
habitaciones cuenten con varias «capas» de luz. Además de una lámpara de
techo central, piensa en añadir otras de pie, de mesa o de pared. De
este modo puedes aumentar la intensidad de la luz si estás haciendo algo
por la tarde, o bien crear un ambiente agradable y acogedor con unos
pocos puntos de luz por la noche.
Coloca bien los espejos
Otra idea que les encanta a los diseñadores de interiores es aumentar
la luminosidad de los espacios con espejos o muebles que tengan espejo
para multiplicar la luz. Cuelga un espejo grande encima de la chimenea,
el sofá o la cama, y añade accesorios brillantes o reflectantes como
jarrones, marcos de fotos o lámparas.
Usa el papel pintado con astucia
El papel pintado se lleva mucho y es una forma fantástica de dar
personalidad a un espacio. Sin embargo, no tienes por qué empapelar las
cuatro paredes de una habitación: basta cubrir solo la campana de la
chimenea, una hornacina o una única pared con un motivo llamativo para
transformar un espacio sin recargarlo. ¿Quieres algo que se salga de lo
común? Hay nuevos papeles con «efectos ópticos» que imitan la madera,
ladrillos, mármol o incluso estanterías con libros.
Arregla ese sofá
El sofá es el punto central del salón, así que si está sucio o parece
viejo, contagiará ese aspecto a todo el ambiente. Para darle una
inyección de vida, pasa el aspirador a conciencia hasta eliminar todo
resto de polvo y pelos, y lava la tapicería (si no se puede meter en la
lavadora, límpiala con vapor). Después, aplica un ambientador de tejidos
Febreze para que tenga un olor limpio y fresco. Por último, añade
cojines nuevos y una manta para que sea más acogedor.
Pon un toque de verde
Cualquier habitación de la casa agradecerá una planta que le dé un
toque de alegría. Para meter la naturaleza dentro de casa, coloca
macetas bonitas en el alféizar, cultiva hierbas en la cocina y cuelga
helechos del techo del baño.
Trata con cariño la puerta de entrada
Para que la casa parezca nueva desde el momento en que cruzas la
puerta de entrada, píntala. Basta un bote de pintura y unas horas de
trabajo para cambiarla de color… Te encantará el resultado.
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