SEIS PRENDAS QUE NO PODRÁS TIRAR… ¿O SÍ?
¿De verdad toda la ropa que hay en tu armario merece estar ahí?
Es hora de decidir qué prendas merece la pena conservar y cuáles deben
pasar a mejor vida. ¡Tú puedes!
1. Ese vestido de marca ridículamente caro que te pusiste una vez
Lo compraste hace varios años, prometiendo solemnemente que te lo
ibas a poner muchísimo para amortizar el precio astronómico. Sin
embargo, todas esas invitaciones a fiestas elegantes perfectas para
ponerse un vestido de cóctel rosa nunca han acabado de materializarse.
Veredicto: ¡Quédatelo! Prueba a ponértelo debajo de
tu suéter preferido para conseguir un look más informal, o también
puedes organizar tú ese cóctel elegante y estrenarlo por fin.
2. Los vaqueros ajustados de tus sueños
Son aquellos que te compraste después de haber sufrido una
gastroenteritis bestial que te tuvo tomando alimentos líquidos dos
semanas. Te pesaste, te viniste muy arriba e hiciste una pequeña
inversión en los pantalones perfectos. No te han vuelto a valer, los
usaste durante una semana, antes de tener hijos y de que inventaran esas
galletas de chocolate que tanto te gustan. Son los vaqueros que
prometiste que ‘un día’ te volverían a quedar de cine.
Veredicto: Por mucho que te gusten, tenerlos
ocupando espacio en el armario solo te servirá para que te sientas mal.
Si realmente no puedes soportar deshacerte de ellos, lávalos y guárdalos
donde no los puedas ver. Además adopta una actitud decidida y date
cuenta de que, aunque ya no te valgan tus vaqueros ajustados, no eres
menos guapa y estás genial con los vaqueros que sí te valen.
3. Tu ropa interior de ‘batalla’
Esas braguitas han vivido días mejores, por no hablar de ese
sujetador que tiene los tirantes siempre caídos, por mucho que los
ajustes.
Veredicto: No te hacen sentir bien, ni sirven para
un objetivo práctico. ¿Por qué los conservas? No hay espacio en tu
armario para nada que no te anime. ¡Tírala!
4. Ese jersey que te encanta pero encogió
Tu pareja no tiene la culpa de no saber que tu jersey preferido era
delicado y no se podía lavar con agua caliente. Ahora está ahí, en tu
cajón, con un tamaño para niños, recordándote lo que pudo haber sido.
Veredicto: Tíralo. No va a recuperar su tamaño original, así que es hora de decirle adiós y dejarlo ir.
5. Esa prenda que se lleva muchísimo pero… que no te queda bien
La dependienta te dijo que esa temporada se llevaban los pantalones a
cuadros. Y, aunque no son lo más favorecedor para tu trasero, sigue
siendo importante ir a la modas, ¿no?
Veredicto: Regálalos. Está muy bien seguir las
tendencias, pero elige las que te quedan bien. Mantén confianza en tu
propio estilo y conoce la forma de tu cuerpo.
6. Esa prenda que te encantaría que volviera a ponerse de moda
Es verdad, algunas prendas vuelven a llevarse de forma cíclica (como
los pantalones de campana), pero solo porque te encantaran esos vestidos
de ganchillo hace 10 años no significa que puedas volver a ponerlos de
moda ahora.
Veredicto: Dásela a tu hija y deja que ella la reinvente para una nueva generación. Algo se le ocurrirá.
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