Aunque en la temporada otoñal y la invernal solemos tener más apetito y tendemos a comer más, el verano conlleva sobrecargar también el cuerpo con algunos excesos. Con el calor, los refrescos (con gran porcentaje de azúcares), la cerveza (muy calórica), los aperitivos y los helados (elaborados con grasas saturadas), nos tientan poderosamente y es difícil resistirse. Está bien no autoculparse en exceso por ello y vivir el verano plenamente. Pero ahora que volvemos a la rutina, es un buen momento para recuperar la salud.
Cuando comemos, nuestro organismo absorbe los nutrientes útiles y procura eliminar los que le son extraños o que le perjudican; pero no está siempre en condiciones de hacer esta selección porque lo sobrecargamos, o también porque lo que comemos contiene demasiados ingredientes dañinos o poco aconsejables. Los alimentos, aunque sean sanos, nos dejan residuos, y se acumulan entonces en algunos órganos, sobre todo en los intestinos.
Por eso es bueno ayunar de vez en cuando, es decir, reducir o prescindir de comida sólida, porque de esta manera dejamos que el organismo pueda hacer el trabajo de limpieza necesario y de forma totalmente natural. Si observamos los animales cuando están enfermos veremos cómo buscan instintivamente alguna hierba que les purgue, cómo ayunan y se curan.
Una vez a la semana limpiamos el polvo en nuestra casa, pero en cambio parece que nos cuesta comprender que el propio organismo necesita también una limpieza. Los millones de células del organismo viven todas las horas del día y todos los días un trabajo intenso y se merecen… ¡unas vacaciones! Pero es una idea que no nos pasa por la cabeza.
Algunas enfermedades se manifiestan con la aparición de fiebre, o a través de los ojos que lagrimean, por la nariz que gotea, o por la piel que se cubre de pequeñas erupciones: se trata de una depuración, de una purificación del organismo. En otras palabras, ya que no nos depuramos por decisión propia, son los propios órganos los que están obligados a hacer el trabajo que nos correspondería.
Por eso ayunar es una costumbre tan saludable, el tiempo de ayuno es, además, un momento ideal para llevar a cabo un poco de tarea personal de desarrollo y bienestar interior, eligiendo música y lecturas que puedan inspirarnos. Los beneficios más importantes del ayuno no suelen verse a primera vista, pero al cabo de cierto tiempo los seguidores de los ayunos periódicos se muestran más radiantes y vitales; y pueden comprobar después de un ayuno cómo las materias que el organismo elimina por las vías naturales pierden su olor.

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