Si
se pone en remojo durante mucho rato puedes perder la práctica
totalidad de su contenido en vitamina C y en potasio, dos nutrientes
solubles en agua.
Para preservar su contenido nutricional es preferible que la laves rápidamente bajo el grifo.
Para preservar su contenido nutricional es preferible que la laves rápidamente bajo el grifo.
Para
que la lechuga que acabas de comprar te dure más días, separa las
hojas una por una, lávalas ligeramente con agua fría y déjalas
secar sobre papel absorbente.
Una vez, secas,
introdúcelas en un recipiente de plástico hermético y guárdalas
en el cajón de las verduras de tu frigorífico. Estarán siempre
frescas y a punto para incluirlas en una deliciosa ensalada.
Y si os la tenéis que llevar al trabajo, se pueden conservar en un tarro de cristal de cierre hermético, aderezándola a la hora de la comida.
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