LA
VIDA LO SABE
No
entiendo por qué la vida te vuelve a traer las cosas de la misma
manera que las olas se acercan a la orilla; no entiendo por qué
cuando dejas de buscar algo, te lo encuentras por casualidad; no
entiendo por qué cuando ya no esperas, aparece aquello que tanto
deseaste. No sé si es que la vida es muy inoportuna, o quiere que
termines las asignaturas pendientes para darte el suspenso o
aprobado. Tal vez es como esa madre que quiere a toda costa que
superes las asignaturas y pases de curso. Y lo intenta una y otra
vez, a pesar de que tu, cansado ya,
tirastes los libros a la basura, lo distes por perdido, y te
dedicastes a trabajar en lo que te iba saliendo.
Tal
vez la vida, haciendo como hace una madre, te perdonó todos tus
descuidos e irresponsabilidades y te da una nueva oportunidad. Una
madre riñe, pero nunca se cansa, comprende todo y te ofrece sus
brazos para que puedas llorar y desahogarte.
La
vida, tal vez, como esa madre, sabía de sobra tus motivos, tus
miedos, tus dudas, sabía el trabajo que te costaba superar “eso”
en aquél momento, sabía que no estabas preparado, y te regala otra
oportunidad, ahora que ya eres una persona hecha y derecha, o con más
luces, con la esperanza de que esta vez lo consigas.
Por
eso, por aprobarte porque si quisiera que te quedaras con el
suspenso, no volverías ni por un asomo a ver como las personas
aparecen con trajes nuevos y las situaciones se concretan en paisajes
de cercanía, mucho más llevaderos o más entendibles. En realidad,
parece que todo está cambiado, pero en realidad, lo único que ha
cambiado eres tu mismo, y eso la vida, lo sabe.
Anyma-
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