APROVECHANDO LAS SOBRAS DE COMIDA
Cómo aprovechar las sobras de pescado
- Croquetas, albóndigas o hamburguesas. Uno de los
recursos más habituales es retirar las pieles y las espinas, desmenuzar
el pescado y hacer croquetas, albóndigas o hamburguesas. Otra opción es
cocer unos huevos, picar el pescado junto con las yemas, mezclar con
mayonesa y rellenar los huevos.
- Pudin de pescado. Solo tienes que pasar el pescado
por la batidora con huevos, miga de pan, leche y tomate frito. Vuelca
la mezcla en un molde y cuécelo al baño María en el horno precalentado a
180º durante unos 45 minutos.
- Reciclar pescado frito. Cortado en dados, puedes
añadir el pescado frito a una ensalada templada. Antes, recaliéntalo
ligeramente en el microondas. También puedes quitarle el rebozado y
aprovecharlo de alguna de las formas anteriores.
Cómo aprovechar las sobras de carne
- Reutilizar una salsa boloñesa. Pon en una fuente
puré de patatas. Cúbrelo con la salsa boloñesa, ponle queso por encima y
gratínalo en el horno. ¡Y ya tienes otra deliciosa comida!
- Hacer croquetas. Si te sobra pollo asado o carne
de caldo, los puedes desmenuzar y triturar, mezclar con bechamel y hacer
unas deliciosas croquetas. Si en las sobras de carne también hay
cebolla rustida, añádela. ¡Quedan riquísimas!
- Canelones y lasañas. Además de para croquetas, cualquier sobrante de carne sirve también para hacer el relleno de canelones y lasañas.
- Reaprovechar carne estofada. Si te ha sobrado un
filete o carne estofada, haz un salteado de puerro, zanahoria y nabo y
añádele la carne en tiras o a trozos. Ponle garbanzos y salsa de soja y
acompaña con cuscús.
Cómo aprovechar las sobras de verdura
- Larga vida a la verdura hervida. Con las sobras de
verdura hervida, se puede hacer un riquísimo revoltillo con huevo
batido. Solo tienes que cortarlas en trozos pequeños, rehogarlas un poco
en una sartén, añadir el huevo batido y hacer el revoltillo.
- Patés de legumbres. Ideales para desayunos,
meriendas o aperitivos y, en todo caso, para aprovechar los restos de
lentejas, garbanzos o alubias que hayan sobrado de alguna comida. Pasa
por la batidora las legumbres con un ajo crudo, un par de cucharadas de
tahini (puré de sésamo), comino y sal. Luego añade un poco de pimentón y
de aceite de oliva. Están deliciosos si se toman con pan de pita,
triángulos de maíz, tostadas, etc.
- Caldo (casi) gallego. Si te han sobrado unas
judías blancas, puedes cocer berros o grelos y patatas cortadas en
dados. Añade un sofrito de ajo y pimentón y sal de hierbas, y agrégalo a
las judías blancas.
- Ensalada rápida. ¿Te ha sobrado pipirrana
(cebolla, tomate y pimiento verde picado) de una salsa vinagreta? No lo
tires, prepara un cuscús y mézclalo. Tendrás una ensalada riquísima al
minuto.
Cómo aprovechar las sobras de fruta
- Salvar el pellejo. En lugar de tirar la piel de la
fruta, puedes preparar con ella mermeladas o gelatinas. Por ejemplo,
con la piel de la manzana o de la pera: basta con cocerlas junto con 50 g
de azúcar, una cucharada de gelatina en polvo y un poco de canela en
rama. Y en el caso de los cítricos, puedes usar la cáscara para
aromatizar platos de pasta, arroces, escabeches y marinadas.
- Mermeladas, compotas y purés. Si tienes piezas de
fruta que están demasiado maduras o a punto de estropearse, no las
desperdicies. Puedes hacer mermeladas, compotas o incluso purés para
acompañar carnes y pescados, en lugar del clásico acompañamiento de
patata y cebolla asadas o rustidas.
- Ensaladas y macedonias. Otro uso de las frutas
maduras o estropeadas consiste en incorporarlas a ensaladas o hacer con
ellas una macedonia. Para ensalada, solo hay que pelarlas, trocearlas y
añadirlas a la ensalada como un ingrediente más. Y para macedonia, pelar
y trocear también y dejarlas macerar en el frigorífico en un bol con
zumo de limón o de la fruta que más te guste y un toque de azúcar
moreno, por ejemplo.
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