El Amanecer o Crepúsculo matutino ocurre antes de la salida del Sol y se llama también amanecer, aurora, alba, dilúculo o lubricán.
En las mitologías de la Antigüedad, el crepúsculo matutino encontraba diversas personificaciones. Por ejemplo, en el antiguo Egipto, en la diosa del cielo Nut que diariamente paría al Sol o, en otro contexto, como Hathor, que daba de nuevo nacimiento al dios Sol. Y, en la antigua Grecia, la diosa de la mañana Aurora que con su claridad dorada preparaba el camino del dios del día Helios (Sol) hacia su reinado diario.
Texto: El Santuario del Alba.
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