CAFÉ,
CONGELAR
La
condición indispensable es que sea en grano y esté tostado. Si lo
introduces en una bolsa de plástico de congelados te durará hasta
un mes dentro del congelador. Y cuando vayas a molerlo, no hará
falta el proceso de descongelación previa.
CAFÉ,
CALENTAR
El
café sobrante recalentado pierde todo su aroma y puede llegar
incluso, a resultar indigesto si llega a hervir. Conseguirás que
esto no pase, si antes de calentarlo de nuevo le añades una
cucharada de agua fría. Y procura no pasarte calentándolo demasiado
y desde luego ¡nunca lo dejes hervir!.
CAFÉ
DELICIOSO
Si
le añades un pellizquito de sal o de azúcar al café recién molido
antes de poner la cafetera al fuego, conseguirás aumentar y resaltar
su aroma. Es el truco que utilizaban nuestras abuelas para que su
casa, por las mañanas, oliera a ese delicioso café.
CAFETERA
CON CAL
Es
normal que, con el tiempo, los depósitos de las cafeteras vayan
acumulando cal. Para eliminarla por completo introduce agua hirviendo
en la que hayas diluido un buen chorro de vinagre. Deja que actúe
durante una hora, lava bien y haz una cafetera sólo con agua para
eliminar los restos y una de café (que tirarás) para devolverle el
sabor a la cafetera.
CAFETERA,
GUARDAR
Si
en tu casa no se utiliza mucho la cafetera, guárdala bien limpia y
seca con un terrón de azúcar en el interior del depósito: se
encargará de absorber la humedad e impedirá la formación de moho y
malos olores.
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