DAÑOS DEL SOL EN LA PIEL: ¡PREVENIR Y CURAR!
Proteger nuestra piel de los daños solares es tan importante ahora como lo era cuando eras más joven. ¡Aquí te damos las claves para hacerlo de forma inteligente!
La importancia de usar protección solar, ¡siempre!
Está claro que a estas alturas todas llevamos siempre protector solar en la bolsa de la playa cuando vamos a tomar el sol, se ha convertido en un imprescindible y estamos habituadas a ello, pero… ¿eres consciente de que también hay que protegerse el resto del tiempo?
Se nos suele olvidar por la falta de costumbre, y porque pensamos que ahora que no tenemos la piel tan joven como antes no hace falta preocuparse tanto. Después de todo, “el daño seguramente ya esté hecho”. Pues no: ¡gran error! Aunque en general se piensa que la mayor parte del daño ocasionado por la exposición al sol ocurre antes de los 18 años, cuando vives despreocupada y pasas mucho tiempo fuera de casa, el daño solar continúa incidiendo peligrosamente a lo largo de toda nuestra vida.
En otras palabras: lo que hagas ahora puede marcar una gran diferencia en la apariencia juvenil de tu piel. Así que apunta, esto es lo que toda mujer de 50 años (o más) debería saber.
¿Cómo afecta a mi piel exactamente la radiación solar?
Pasar tiempo al sol es algo maravilloso, pero a la vez que el sol emite luz ultravioleta, también daña la piel. Con el tiempo, esto puede desencadenar la aparición de arrugas, ya que los rayos UV descomponen el colágeno y la elastina (que son dos proteínas que ayudan a mantener la piel firme). Pero es que resulta que no solo las afecta a ellas, sino también a la melanina, un químico que utilizamos para protegernos de los rayos UV.
Demasiado sol puede hacer que se formen “aglomeraciones”, que aparecen como manchas planas de color marrón o negro conocidas como manchas de la edad o de vejez. El daño solar también puede provocar una molesta sequedad e incluso cáncer de piel.
¿Solo necesito preocuparme cuando hace mucho calor?
Es posible que solo se te ocurra pensar en la protección solar cuando pases el día fuera de casa y notes que hace mucho calor, como en salidas al campo, la playa o la piscina, pero debes usar protección durante todo el año.
Incluso en un día nublado, los rayos UV pueden llegar hasta tu piel. De hecho, muchas personas se queman más cuando hace frío porque se olvidan de protegerse. Además, ten en cuenta que cuando estás en la montaña o en zonas con nieve o agua, te arriesgas aún más a sufrir daños, ya que estas superficies reflejan el sol y amplifican sus efectos, siendo más peligrosas.
¿Cómo puedo saber cuándo el sol es más dañino?
Protegerse bien del sol es especialmente importante entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, porque en esta franja horaria es cuando la luz ultravioleta es más intensa. Si no estás segura de cómo de fuertes son los rayos UV, haz la prueba de la sombra. Es muy fácil: si tu sombra es más corta que tú, los rayos del sol son fuertes, ¡así que asegúrate de estar protegida!
¿Qué debo hacer para reducir el daño solar?
No puedes retroceder el reloj del pasado, pero puedes reducir el daño solar futuro con hábitos inteligentes y preventivos. Para empezar, acostúmbrate a que una parte vital de tu rutina diaria de cuidado de la piel sea usar protección solar. Asegúrate también de que sea de amplio espectro (lo que significa que protege contra los rayos UVA y UVB) y que tenga un SPF de al menos 15. Para la protección diaria, te recomendamos que pruebes Olay Regenerist Crema Hidratante de día 3 Áreas SPF 30, te ayudará a mantenerte a salvo de los efectos del envejecimiento causados por el sol, al tiempo que rehidrata la piel y ayuda a reducir la aparición de finas líneas y arrugas en la piel.
¿Quieres un consejo antienvejecimiento extra? Aplica un poco de crema también en el dorso de las manos para mantenerlas protegidas y evitarás manchas en estas zonas, que son más sensibles de lo que parecen.
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