En general, mis familiares tanto desde el lado paterno como desde el
materno han tenido una vida bastante longeva, especialmente en el caso
de las mujeres. Este hecho me ha llevado a tener bastante confianza en
mis posibilidades de tener una vida larga y relativamente libre de
enfermedades. Sin embargo, la ciencia ha venido a decirme que es mejor
que me enfoque en cuidar mi salud, porque la heredabilidad genética puede no tener la última palabra en esto.
Un reciente estudio
publicado en Genetics analizó hasta 54 millones de árboles familiares y
ha encontrado que la genética tiene mucha menos influencia en la
esperanza de vida de lo que hasta ahora creíamos. Según estos
investigadores, sí que podemos obtener información sobre envejecimiento
en nuestros genes, pero la heredabilidad de la esperanza de vida es mucho más baja de lo esperado.
Para llevar a cabo esta investigación analizaron unos 54 millones de árboles familiares que incluían hasta 400 millones de personas.
En la información analizada incluían el año de nacimiento, el año de
fallecimiento, lugar de nacimiento, y las conexiones familiares
existentes.
Una de las primeras curiosidades que encontraron es que la esperanza de vida de los miembros de un matrimonio era más similar que la que tenían hermanos o primos.
Este hecho ya nos aleja de la explicación genética. Más sorprendente
fue cuando encontraron que las personas mostraban una correlación en la
esperanza de vida con sus cuñados o con las parejas de sus primos a
pesar de no compartir sangre con ellos.
Según indican los investigadores, esto se debe a que las causas que
explican la esperanza de vida en el miembro de un matrimonio, explican
también las del otro miembro. Básicamente, quiere decir que nos casamos con personas que se parecen a nosotros,
que tienen un estilo de vida similares a las nuestras, que vienen de un
entorno socio-cultural similar al nuestro, un nivel educación similar,
etc.
Por ello, es más probable que tu estilo de vida sea más similar al de
tus suegros o tus cuñados que al de un extraño y que compartas más
similitudes con ellos. Y, por tanto, es más posible que tu esperanza de
vida sea más similar a la de tu pareja, tus hermanos, tus padres, tus
suegros e incluso tus cuñados, que a los de un extraño. Según estos
investigadores, esto va más allá de la simple genética.
En concreto, encontraron que la influencia de la genética en la esperanza de vida no es mayor del 7%
- hasta ahora se creía que rondaba entre el 15 y el 30% -. Así que si
confiábamos en la simple genética para vivir una larga vida, lo ideal es que empecemos a asegurarnos de llevar una vida saludable y cuidarnos de manera adecuada.