Se
calcula que en España hay más de tres millones de personas que
padecen asma (el 5% de los adultos y el 15% de los niños), con la
particularidad de que en el 80% de los casos su origen es de tipo
alérgico. Las sustancias capaces de producir asma son muy diversas:
polvo doméstico, polen de plantas y árboles, pelo de animales,
ácaros, etc. La tendencia de esta enfermedad es a aumentar, ya que
cada vez hay más productos nuevos, nuestro sistema inmunitario
trabaja de forma más acelerada y se desequilibra. Esto hace que
sustancias externas que debían resultarnos indiferentes generen
grandes reacciones en las vías respiratorias con la participación
de nuestras defensas.
El asma se caracteriza por presentarse en forma
de crisis con dificultad y ruidos al respirar, tos y secreciones
abundantes. Los maquillajes tienen mucho que ver con el asma.
Lo
fundamental en el asmático es reconocer la sustancia que favorece la
alergia (polvo, ácaros, polen, etc.) y sobre todo mantener el
tratamiento que le indique el especialista aunque sea prolongado
(años) y pesado.
Por
desgracia, cerca del 40% de asmáticos españoles no sigue de forma
adecuada el tratamiento que le corresponde. Coloca una manzana en la
habitación del asmático durante la tarde-noche, siempre antes de
acostarse. Se considera que la manzana en estas condiciones desprende
pequeñas cantidades de hongos que suponen una ligera y continua
vacunación para el enfermo. Puede practicarse una semana sí y otra
no.
Corta
una cebolla en rodajas y hiérvela en un litro de agua durante 4
minutos. Apaga el fuego, saca las rodajas de cebolla, envuélvelas
con un paño limpio y colócalas sobre el pecho del enfermo hasta que
se enfríen. Utiliza este remedio una vez al día, sólo cuando hay
síntomas (durante las crisis).
Fuente: Dolores Manríquez Martínez
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