LOS 7 REGALOS QUE MÁS ILUSIÓN LE HACEN A UNA MADRE
Después de muchos años de experiencia como madres, ya
podemos hacer la lista de los regalos “más sentidos”, de los que más
ilusión nos hacen y recordamos con más cariño. Puede que te sirvan de
inspiración para tener un detalle con tu reina madre, o para filtrar
esta información hasta tus hijos… y que tomen nota, ¡que ya falta poco
para nuestro día!
Que nos regalen una joya nos
encanta, y nuestra crema favorita de Olay, también (eso nunca, nunca
está de más), pero hay cosas que nos llegan al corazón a cualquier edad,
pero más aún a medida que nos hacemos mayores. Toma nota y comparte por
ahí esta lista.
“Díselo con flores (o una maceta)”
Ponte en
situación. Tienes 60, 70 u 80 años, y llaman a tu puerta: “Hola, tengo
un regalo para usted, son unas flores, ¿me abre por favor?”. Al
principio no te fías (que la vida está muy mala), pero cuando miras por
la mirilla es cierto: todo lo llena un ramísimo de flores (o un macetón
precioso y florido). Abres y te sonrojas, y sonríes… y rejuveneces.
Lleva una tarjeta: es de tu hijo y de tus nietos, “te queremos mamá,
eres la mejor, esta tarde merendamos”.
¿A que has
sonreído? Pues claro, porque recibir por sorpresa un ramo de flores o
una planta bonita (que dura mucho más), hace que cualquiera se sienta
muy, pero que muy especial.
Una carta de amor, o 7, ¡o 31!
Es una idea muy
romántica, y muy tierna… y es que el amor de los hij@s a las madres
también es de los más románticos y fuertes que existen. En el buzón se
pueden dejar todas las cartas del mundo, haciendo de cada día un día
especial. Con recuerdos por escrito, anécdotas, fotos (por si la memoria
ya le falla un poco), dibujos y notas de los niños... Y una lupa, para
que lo vea todo mejor. ¡Con una cartita al día, ¿quién no es feliz? Y
llegan desde cualquier parte del mundo, no importa dónde estéis.
Una experiencia diferente para vivir juntas
Algo que la madre
en cuestión siempre haya querido hacer. Ver una Zarzuela, ir a un
concierto de música clásica (o de jazz, ¿por qué no?), ir al cine, o
algo similar. Aunque se resista un poco al principio (que cuando nos
hacemos mayores, bien que damos guerra) seguro que se vuelve loca.
Una fiesta sorpresa
Una fiesta de las
que le gustan: con té, galletas, champán, velas y música de su época,
invita a sus amigas, reúne a la familia y haz que vuelva a reencontrarse
con quienes la quieren y no puede ver tan a menudo.
Un vídeo-homenaje
Gracias a las
nuevas tecnologías solo requiere un pequeño esfuerzo, y puede
convertirse en un recuerdo precioso. Hay que pensar en familiares,
amigos, antiguos compañeros y vecinos; recopilar unos segundos de cada
uno de ellos en los que le digan que es una persona maravillosa y
montarlo, hay mil programas para hacerlo muy sencillos. ¡Si se animan a
hacer algo divertido, mejor que mejor! Y claro… no te olvides de hacer
un vídeo tú.
Dile que la quieres
Muchas veces lo
damos tanto por hecho, que se nos olvida decirlo en voz alta… Y no nos
damos cuenta de lo importante que es. ¡No hace falta gastar dinero y
probablemente es el regalo que más ilusión nos hace!
“Regálame tiempo”
Los instantes compartidos son lo más valioso que se puede regalar,
porque nos enriquece a todos. Tiempo para reír, para abrazarnos, para
ver la tele juntas en el sofá, para dar un paseo y compartir felicidad.
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