visitas al blog

lunes, 29 de octubre de 2018

sobretodo, hablar.


¿Quién no se ha sentido desbordado por la imaginación?

Creamos situaciones ilusorias, situaciones que nada más existen en nuestra cabeza, situaciones que vivimos como reales, que situamos en el calendario, ubicamos en algún lugar y ponemos nombre a los personajes que forman parte de ella.
Somos capaces de formar la más increíble de las historias sin datos reales, solo de lo que imaginamos, con una trama como auténticos directores de cine, de nuestra película en particular. Y lo peor de todo, es que a través de esas historias imaginadas, también generamos sentimientos de todo tipo que nos afectarán de alguna u otra manera en la relación con los personajes, porque las historias serán imaginadas pero los personajes, son bien reales. 

Malinterpretar situaciones y personas también nos ayuda en nuestro guión imaginario; nos anticipamos, sospechamos, suponemos, figuramos, y al fina… damos por sentado.
¡¡¡Ay que gran error!!! dar por sentado algo.

Hay que controlar la imaginación desbordante, hay que suponer menos y preguntar más, y hay que confiar más en los demás porque donde tu estés viendo alguna ofensa, o descuido, habrá alguna circunstancia inevitable para los demás.
Si tienes algún problema con alguien, habla; si no te gusta como te tratan, habla; Si te has sentido ofendido o agraviado, habla; Si te queda algo por decir, habla.
Hablar, preguntar, discutir, dialogar… no dejar nada en el aire y también… no dejarlo durante mucho tiempo porque llegará un día en que el aire lo disperse todo y ya no tenga sentido ninguna palabra. 


Anyma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario