“¿Porqué escuchar a Dios afuera si lo podemos escuchar adentro?”
“Y el niño se quemó la mano y rápidamente la retiró del fuego. Y la salvó”
“Y el niño se quemó la mano y rápidamente la retiró del fuego. Y la salvó”
“Y el erudito se quemó la mano, y después de razonar sobre el dolor y el fuego
encontró que donde antes había una mano ahora sólo había un muñón lastimado”.
Tuluzinterior.com
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