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domingo, 7 de octubre de 2018

RECETA DEL DÍA

Ensalada de judías

Receta de ensalada de judías
EQULIBRADA Y SACIANTE


La combinación de alubias blancas y judías verdes en ensalada es una receta muy refrescante para cuando buscas un plato equilibrado, saciante y nada pesado




INGREDIENTES:
1 bote de alubias blancas cocidas
100 g de judías verdes redondas
1 bote pequeno de pimientos del piquillo
4 pepinillos en vinagre
1 cebolla morada
Alcaparras
Vinagre
Aceite de oliva
Sal
Una de las máximas de una alimentación equilibrada es comer entre dos y tres raciones de legumbres por semana porque nos aportan proteínas de alta calidad sin abusar de las de la carne y el pescado. Pero, en determinadas épocas del año, como por ejemplo en verano, no apetecen demasiado las típicas legumbres guisadas de toda la vida.
¿La solución? Tomarlas en ensalada como en esta receta que combina judías blancas y verdes. No resultan nada pesadas y gracias a la fibra de los ingredientes vegetales y el poder de la pimienta y el vinagre, es un plato muy saciante y con efecto quemagrasa.

CÓMO REALIZARLO PASO A PASO

  1. Preparar las judías. Por un lado, saca las alubias blancas del bote, mételas en un colador, pásalas por el chorro de agua fría limpia y déjalas escurrir. Y por otro lado, cuece las judías verdes redondas y, cuando estén al dente, escúrrelas también y reserva ambas.
  2. Cortar el resto de ingredientes. Escurre los pimientos y córtalos en tiras finas. Pela la cebolla y córtala en medias lunas. Y corta también los pepinillos en vinagre en trozos gruesos.
  3. Saltear y servir. Coge una sartén y calienta un poco de aceite. Saltea en él las alubias y las judías verdes durante unos minutos. Añade la cebolla, los pimientos del piquillo, los pepinillos y un puñado de alcaparras. Mézclalo y aliña con el aceite de oliva, el vinagre y una pizca de sal. Y finalmente, sirve la ensalada estando aún templada.

UN PAR DE SECRETOS PARA IR MÁS RÁPIDO

Para ganar tiempo, también puedes optar por judías verdes ya cocidas y así te ahorras el tiempo de la cocción. Otra posibilidad es prepararla con antelación y comerla fría. Es una opción muy refrescante y solo tienes que sacarla del frigorífico. Si te decides por esta última, ya sea para comerla en casa o para llevártela en una fiambrera, no la aliñes con la sal, el vinagre y el aceite hasta el momento de servir. Así no se reblandecerá en exceso.

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