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miércoles, 31 de octubre de 2018

PROBLEMA AVV MENOPAUSIA

RECUPERA EL PLACER DE LA INTIMIDADRECUPERA EL PLACER DE LA INTIMIDAD




Hoy en día todavía existen temas tabú acerca de la etapa de la menopausia, sobre todo los que tratan de la sexualidad de la mujer madura. La profesora Rossella Nappi, ginecóloga y endocrinóloga, nos cuenta algunas historias en las que probablemente te verás reflejada, y que tal vez te ayuden a recuperar el placer de la sexualidad.

“Nunca había oído hablar del tema, pero no era la única. Si les digo a mis amigas ‘atrofia vulvovaginal’ me contestan: “¿y eso qué es?” (Luisa)

Todas las mujeres saben que la menopausia puede ir acompañada de sofocos como consecuencia de la carencia de las hormonas femeninas (estrógenos) que los ovarios ya no son capaces de producir. En cambio, pocas mujeres saben que precisamente esta falta de estrógenos, asociada también a la edad, es la que genera un cambio progresivo en la estructura de los genitales femeninos, que pierden algunas características fundamentales para el bienestar vaginal, urinario y sexual. Esta condición, conocida como atrofia vulvovaginal (AVV), afecta de manera más o menos grave a un alto número de mujeres durante la postmenopausia.
Se calcula que más de la mitad de las mujeres mayores de 50 años sufren los síntomas de la AVV. Sin embargo, la gran mayoría no atribuye sus síntomas a esta afección.

“Siempre me han hablado de los sofocos en la menopausia, pero nunca de la sequedad” (María)

 El síntoma más frecuente de la AVV es la sequedad vaginal, porque la mucosa vaginal se vuelve más delgada, seca y frágil debido a la falta de los estrógenos. La sequedad se extiende también a los tejidos de la vulva, el órgano genital externo de la mujer, que se vuelve mucho más delicado y sensible. Debido a la falta de lubricación natural puede aparecer el dolor durante las relaciones sexuales. El placer es más difícil de alcanzar, con la consiguiente disminución del deseo sexual y la aparición de ansiedad. Dos de cada tres mujeres con AVV evita las relaciones íntimas debido al dolor.
En conjunto, todos estos aspectos pueden afectar negativamente la relación de pareja, sobre todo si no hay diálogo sobre las emociones y los sentimientos que pueden asociarse a la menopausia, una etapa de la vida delicada y algo crítica para la mujer.
Por tanto, durante la menopausia es muy importante un diálogo abierto y sincero no solo con nuestra pareja, sino también con nuestro médico de confianza, para enfocar la posible presencia de AVV desde una perspectiva correcta, poniendo en práctica las estrategias fundamentalmente preventivas.

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