Aunque
las tan temibles agujetas pueden aliviarse, no olvides que la mejor
forma de prevenir su aparición es haciendo ejercicios de
calentamiento, al inicio de la práctica deportiva, y de
estiramiento, al término de la misma.
No
hay nada más efectivo para atenuar las agujetas que darse un baño
de agua caliente con bicarbonato y vinagre. También añadiendo al
agua la decocción de 50 g. de hojas de romero en litro de agua (deja
reposar 30 minutos antes de echarlo a la bañera). Como más vale
prevenir que curar, recuerda lo importante que es hacer un poco de
calentamiento antes de hacer ejercicio, no sólo por las agujetas
sino también por el riesgo a sufrir una lesión.
Cualquier
bebida antiagujetas que se precie debería incluir melaza, un
endulzante natural que también se conoce como miel de caña. Al
contener hierro, potasio, magnesio y azúcares de rápida absorción,
la melaza es un reconstituyente muscular de primer orden. Son muchos
los deportistas que endulzan con una cucharada de este alimento los
zumos que toman para prevenir las agujetas y recuperarse rápidamente
del esfuerzo.
Otro
remedio muy útil es masajear la zona dolorida con unas gotas de
vinagre de manzana –cuanto más frío, tanto más efectivo será-.
Esta loción libera la tensión al tiempo que contribuye a aliviar el
dolor.
Árnica:
Aplicar
una pomada de árnica sobre la zona dolorida produce un alivio
considerable. Este preparado es un firme aliado de los deportistas
porque, además de curar las pequeñas roturas de las fibras
musculares que se producen cuando sometemos nuestros músculos a un
esfuerzo intenso, también reduce la inflamación de las
articulaciones y acelera la curación de los golpes.
Lavanda:
No
hay dolor muscular que se resista a la lavanda. El aceite de masaje
que se consigue diluyendo cinco gotas de aceite esencial de lavanda
en el contenido de una cucharada de aceite de almendras (o de oliva)
actúa como un excelente relajante muscular. Si lo prefieres, también
puedes aplicar sobre la zona del cuerpo que más haya trabajado un
paño previamente embebido en la decocción de 50 g. de esta planta
por litro de agua.
Cerezas
y ciruelas: Los
vegetales que contienen antocianinas, un antioxidante de gran poder
antiinflamatorio, combaten el dolor de las agujetas porque ayudan a
reducir la inflamación que se produce en las fibras musculares tras
un duro entrenamiento. Las cerezas, las ciruelas, las manzanas, los
arándanos y la uva son algunos de los alimentos más ricos en este
pigmento entre rojizo y morado.
Tomillo:
Si tienes todo el cuerpo dolorido, lo mejor que puedes hacer es
incluir en el agua del baño una infusión de tomillo. Agrega un buen
puñado de esta planta en un litro de agua hirviendo, deja que repose
10 minutos, filtra y vierte el preparado en la bañera. Sumérgete en
el agua durante 15 minutos y al finalizar intenta alternar 3 ó 4
minutos de agua caliente con chorros de agua fría, terminando la
ducha con el agua tan fría como resistas.
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