TODO
SOBRE LA LECHE . PARTE III
LECHE
EVAPORADA:
La
leche evaporada se obtiene por una deshidratación parcial de la
leche entera, semidesnatada o desnatada, cuya conservación se
asegura mediante la esterilización, un tratamiento térmico que
combina altas temperaturas con un tiempo determinado. Este
tratamiento de conservación asegura la destrucción total de los
microorganismos patógenos presentes en la leche y de sus esporas
(formas de resistencia de los microorganismos), dando lugar a un
producto estable y con un largo período de conservación.
La
deshidratación parcial de la leche consiste en eliminar parte del
agua de constitución de la misma para aumentar de este modo su vida
útil. Debido al descenso del contenido en agua que se produce en el
alimento, se inhibe el crecimiento microbiano y la actividad
enzimática. Además, disminuye el peso y el volumen del producto
nuevo respecto al original, de modo que se reducen los gastos de
transporte y almacenamiento.
En
la industria láctea, la reducción parcial del agua de constitución
se lleva a cabo mediante un proceso de concentración por evaporación
y así se obtiene la leche concentrada. Sin embargo, este producto no
tiene una larga conservación, ya que la reducción de humedad que
experimenta no es suficiente para impedir el desarrollo de
microorganismos. Por ello, para su comercialización es necesario
aplicarle a la leche concentrada un tratamiento de conservación
adicional, que es la esterilización, y puede ser la clásica o UHT.
De esta manera, se obtiene la leche evaporada.
La
esterilización clásica consiste en someter a la leche a
temperaturas del orden de 115ºC durante unos 15 minutos. Tiene el
inconveniente de que disminuye notablemente el contenido vitamínico
respecto a la leche de origen.
Con
la esterilización U.H.T. (Ultra Hight Temperature), la leche alcanza
temperaturas de 140-150ºC, durante 2 a 16 segundos, con la ventaja
de que mantiene prácticamente todo el valor nutricional respecto a
la leche de origen.
En
ambos casos, el resultado es un producto líquido y homogéneo, de
suave aroma, color amarillento y cuyo volumen es aproximadamente la
mitad del de la leche de partida. Una vez reconstituida mediante la
adicción de agua, se obtiene un producto con las mismas
características que la leche líquida con el porcentaje graso
correspondiente.
En
función de su contenido graso encontramos en el mercado la leche
evaporada rica en grasa, entera, semidesnatada y desnatada. Aunque
menos frecuente, también se puede encontrar la leche evaporada
aromatizada, con aromas y colorantes autorizados añadidos para
proporcionar aroma y sabor al producto.
La
leche evaporada es una leche concentrada, por lo que es un producto
con una densidad nutritiva elevada, ya que los sólidos de la leche
de partida se encuentran disueltos en una cantidad menor de agua (por
tanto, a igual volumen mayor concentración de nutrientes). A pesar
de que, una vez reconstituida, debería resultar similar en cuanto a
composición nutritiva a la leche de partida, durante el proceso de
obtención se pueden producir pérdidas nutritivas, según el método
de esterilización aplicado.
Con
la esterilización clásica se produce una pérdida de vitaminas
hidrosolubles como B1, B2 y B3, así como de algunos aminoácidos
(componentes básicos de las proteínas). Sin embargo, si se emplea
la esterilización U.H.T., prácticamente no se pierden nutrientes,
ya que la leche está muy poco tiempo en contacto con las altas
temperaturas. No obstante, se produce una pérdida nutritiva como
consecuencia del proceso de evaporación propiamente dicho, aunque se
puede considerar mínima. Además, en diversos países es frecuente
la adicción de algunas vitaminas a la leche evaporada,
principalmente A y D.
Para
consumir la leche evaporada como sustituto de la leche convencional
es necesario añadir la misma cantidad de agua que la eliminada
durante su proceso de obtención (el fabricante debe registrar en la
etiqueta los pasos a seguir a la hora de reconstituir la leche
evaporada). Una vez reconstituida, resulta un producto similar a la
leche de partida.
Con
frecuencia, la leche evaporada se emplea para elaborar recetas, y
estas se ven favorecidas por la alta densidad nutritiva del producto.
Se utiliza fundamentalmente en repostería y como base para diversas
salsas. A la hora de añadir azúcar a estas preparaciones, hay que
tener en cuenta que el sabor dulce de la leche evaporada es más
intenso que el de la leche tradicional.
En
el mercado, la leche evaporada se comercializa en envases Tetrarex,
similares al brick pero de formato más alargado y estrecho, aunque
en ocasiones también se presenta en latas o tubos.
Una
vez abierto el envase, la leche evaporada presenta un aroma suave, un
color amarillento y una consistencia homogénea y totalmente líquida.
La
leche evaporada no es un producto perecedero por lo que se mantiene
en buenas condiciones durante varios meses. Cuando aún no se ha
abierto el envase resulta suficiente con guardarla en un lugar fresco
y protegido de la luz. Sin embargo, una vez abierta se puede
contaminar fácilmente, por lo que se debe guardar en el frigorífico
y consumir en un plazo de aproximadamente 3-4 días.
Fuente:
Dolores Manríquez Martínez. 13 consejos
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