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miércoles, 22 de agosto de 2018

EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO



Grabada en mi memoria, aquella casa de apaisado patio y puertas estrechas, de paredes blancas y lagartijas serpenteando entre los geranios de colores. Recuerdo el aroma de las flores, el sol reflejado sobre las paredes encaladas, el olor de los pucheros y la risa de mi abuela y sus vecinas; la noche que vestía el patio de azul añil y las estrellas paseándose por entre las sillas de enea.
Cuando la paz rondaba la cocina, las puertas entreabiertas de las viviendas dejaban escapar algún ronquido formando un singular dúo con el canto de algún grillo.
Yo, me sentaba en un poyete, pegada a la falda de mi abuela. Contábamos las estrellas y me narraba historias sobre una niña que ya conocía. Así, en la penumbra reposada de aquél patio, cada vez más cerca de su regazo, me quedaba dormida con el fresquito de aquel verano de seis años.

Anyma

6 comentarios:

  1. Mi abuela no podía faltar en el blog. Murió cuando yo tenía once años y ninguno de sus nietos salvo yo, la llegó a conocer pero la adoran y es que era una persona muy especial. Otra pescaíto.

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  2. No podía ser de otra manera enhorabuena por haberla tenido Angeles

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  3. O Ana no se de quien es la abuela

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  4. Perdón por la indiscreción

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  5. De ángeles pero que que curioso, se llamaba Ana.

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