visitas al blog

lunes, 16 de julio de 2018

Meditacion

Resultado de imagen de fotos meditación
TODOS PODEMOS MEDITAR

Pensar que uno no puede meditar sería como pensar que no puede respirar, concentrarse o relajarse. Todos pueden respirar y, bajo las circunstancias adecuadas, casi todos podemos concentrarnos y relajarnos.
A menudo se confunde la meditación con la relajación u otro estado especial que se tiene que alcanzar o sentir. Después de una o dos veces de haber intentado y no haber sentido ni llegado a nada especial, podemos pensar que no podemos hacerlo. Pero la meditación no consiste en sentir de una cierta manera. No consiste en poner la mente en blanco o detener el flujo del pensamiento, si bien esto último puede cultivarse en forma sistemática y profundizarse con la meditación. Sobre todo, la meditación consiste en dejar la mente tal cual está, al tiempo que se sabe algo acerca de cómo está en ese momento. No se trata de “viajar” con la mente, sino de permitir que uno esté donde realmente está. Si uno no comprende esto, pensará que no tiene la capacidad física para poder meditar. Pero, estas no son más que ideas y, en este caso, ideas equivocadas.

La meditación: Es un modo de percibir, de ver.

La meditación, en cierto sentido, nos pone en un lugar que está casi separado de la mente, y desde el que se puede seguir el funcionamiento de esta. Podríamos utilizar la metáfora de que "la conciencia se sienta y se convierte en una espectadora de la mente y la vida". Es decir, podemos describirla también como un estado en el que nada sucede

El proceso de la meditación
La meditación es un proceso por lo que no hay que esperar ningún resultado más allá de conectar con la esencia que eres. Para seguir adelante con la meditación se requiere energía y compromiso. Todos podemos sentarnos y prestar atención a la respiración o a la mente. Pero tampoco se necesita estar sentado. Vale lo mismo caminar, recostarse, correr o tomar un baño, cocinar o cualquier otra actividad diaria siempre que esté presente la atención plena.

Sin embargo, para mantener la concentración incluso por sólo cinco minutos se requiere intencionalidad. Para convertirlo en parte de tu vida requiere cierta disciplina. Por lo tanto, las dificultades que encontramos cuando meditamos, están señalando que necesitamos seguir empleando tiempo para ello o que, cuando intentamos meditar, no nos gusta lo que sucede porque tenemos unas expectativas previas. Meditar no es algo que busquemos o deseemos; no satisface expectativas. Se trata entonces de olvidarse de las expectativas y limitarse a observar

No hay comentarios:

Publicar un comentario