La potestad del tiempo

"Dar al tiempo la potestad de decisión sobre nuestros actos, sobre
nuestros sentimientos, sobre nuestras emociones es como lanzarse a la
calle con los ojos vendados, confiando nuestra vida a un destino
incierto. Dar al tiempo la potestad de decidir por nosotros mismos
cuando lo cierto es que estamos a su merced y es precisamente él, el que
corre en nuestra contra, llevándose ilusiones, heridas, recuerdos y sueños.

Darle esta potestad por miedo a equivocarnos, es negarnos la oportunidad
de decidir, de elegir, de planificar, de equivocarnos, de soñar, de
ilusionarnos y de luchar por aquello que si bien, algún día puede que se
lo lleve el viento, al menos nos quedará el consuelo de haberlo
intentado y no lamentarnos cuando pase el implacable paso del tiempo."


Anyma