El ejercicio, siempre el ejercicio
Está comprobado científicamente que el ejercicio activa la producción de diferentes hormonas que inciden sobre el estado de ánimo. El gasto de energía física también te permite liberar ese exceso de tensión emocional que te mantiene irritado o a punto de explotar. Además, la disciplina que exige la práctica de ejercicio, o de algún deporte, es también una forma de entrenar la capacidad de autocontrol.
No se trata de competir contra otros o de poner el objetivo en la victoria. Lo importante es disfrutar de la actividad y de escuchar a tu cuerpo también en un espacio en el que le das libertad imponiéndole un ritmo más rápido y enérgico.
Mejor que se trate de algo que te llame la atención o que disfrutes de algún modo. Pero si te encuentras en esa fase en la que no te gusta nada, simplemente haz tus ejercicios a solas en la casa o sustitúyelo por un paseo diario, a paso rápido. Verás cómo en poco tiempo te sientes mucho mejor.
Es cierto está comprobado por mi quien mueve las piernas su corazón su cuerpo y su mente se lo agaradece
ResponderEliminarCaminar no cuesta nada es barato cómodo y se mueven todos los músculos a la larga beneficia muchísimo yo llevo haciéndolo años
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