QUESO
PARTE III
QUESO
EN PORCIONES, práctico y cómodo
El
queso fundido se ha sometido a un tratamiento térmico para detener
el proceso de maduración y alargar su conservación. Por este motivo
es más digestivo que otros quesos. En caso de problemas estomacales
o intestinales, elige un queso en lonchas o unos quesitos con bajo
contenido en grasas, puesto que este nutriente dificulta y retarda el
proceso de digestión.
Algunos
de ellos se encuentran en las estanterías de los supermercados junto
a la leche y otros productos lácteos esterilizados porque se
mantienen estables a temperatura ambiente. Como no se echan a perder
con el calor, puedes llevártelos de excursión sin temer la acción
de los gérmenes nocivos.
La
grasa corresponde al 20% del peso del queso fundido, una cantidad
razonable, ya que a excepción del queso tipo Burgos, la mayoría de
quesos naturales superan este porcentaje. En caso de sobrepeso o
colesterol, optar por las variantes descremadas, con la mitad de
grasas y un 30% menos de calorías.
Aunque todos los quesos se
derriten con el calor, el queso fundido lo hace de forma más
homogénea. Su único inconveniente, aparte de llevar sal y azúcares
añadidos, es que el mercado ofrece una menor cantidad de variedades.
Dos unidades de queso en lonchas y tres quesitos tienen el mismo
aporte en calcio que un yogur natural.
Fuente:
Dolores Manríquez Martínez. 13 consejos
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