Opciones para aliviarlo en casa y de forma natural.
Los nervios y el estrés suelen refugiarse en la espalda provocando dolor. Todas las personas han convivido alguna vez con este malestar, o lo hacen de forma habitual. Pero resignarse no es la solución: muchas terapias naturales pueden ayudarnos a calmarlo y a sentirnos livianos y felices.
Respiración:
En su casa, en la oficina e incluso en un embotellamiento, esta técnica puede ponerse en práctica fácilmente y revitaliza la espalda liberando el estrés y la tensión:
- Siéntese con la espalda derecha, en una postura correcta en la que se sienta cómodo.
- Coloque las manos sobre su abdomen y la caja torácica para sentir sus movimientos al respirar.
- Inspire profundamente, retenga el aire por unos segundos y suéltelo lentamente.
- Hágalo varias veces, concentrándose en la respiración y en cómo suben y bajan el abdomen y el diafragma.
Visualización:
- Relajarse es fundamental si de combatir el dolor de espalda se trata, y las visualizaciones son muy efectivas para tal fin, en especial cuando el malestar no lo deja dormir o lo despierta por la noche.
- Cierre los ojos e imagínese en un ambiente apacible y relajante, preferentemente natural, realizando alguna actividad que el dolor no le permitiría hacer. Por ejemplo, cortando flores o trepando a un árbol si está en un bosque, esquiando si está en la nieve, etc. Lo importante es que se vea a usted mismo desarrollando una tarea sin sentir dolor. Intente vivir esa imagen al punto de poder incluir a sus cinco sentidos: disfrute del olor de las plantas o del sonido del mar.
- Otra visualización efectiva es aquella en la que se detecta el dolor, y se imagina cómo se lo guarda en un cofre y se lo arroja al mar, deshaciéndose de él.
- También puede combinarse esta técnica con la respiración: al inspirar, imagine cómo el aire se dirige hacia la zona afectada, encapsula el dolor relajando los músculos, y se lo lleva con él al espirar.
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