TODO
SOBRE EL QUESO
QUESO
PARTE
I
Para
los antiguos griegos "el queso era un regalo de los dioses‖.
Hay centenares de variedades de queso. Sus diferentes estilos y
sabores son el resultado del uso de distintas especies de bacterias y
mohos, diferentes niveles de nata en la leche, variaciones en el
tiempo de curación, diferentes tratamientos en su proceso y
diferentes razas de vacas, cabras o el mamífero cuya leche se use.
Otros factores incluyen la dieta del ganado y la adición de agentes
saborizantes tales como hierbas, especias o ahumado. Que la leche
esté o no pasteurizada también puede afectar al sabor.
La
pasteurización previa de la leche será obligatoria para aquellos
quesos de tipo frescos y los que se consuman antes de los dos meses
tras su elaboración.
Es
básico para elaborar un queso realizar la cuajada.
Es
el único proceso necesario y consiste en separar los componentes de
la leche, por acción de la temperatura o bacterias. La separación
se logra desestabilizando la proteína de la leche (caseína). Este
desequilibrio hace que las proteínas se aglutinen en una masa
blanca, separándose del líquido (suero lácteo).
Las
bacterias utilizadas (lactococcus, lactobacillus, etc.) junto con las
enzimas que producen y la leche de origen, serán determinantes en el
sabor del queso tras su añejamiento. Para elaborar quesos duros, se
somete a la cuajada a temperaturas entre 33ºC y 55ºC, para que se
deshidraten más rápido.
A
partir de ese momento de separación de partes, se trata de ir
eliminando el suero. Como consecuencia muchas vitaminas y proteínas
hidrosolubles se pierden a través del suero. Pero en términos
generales, el queso mantiene todas las grasas de la leche, las tres
cuartas partes del calcio y casi la totalidad de la vitamina A. Por
otro lado debemos nombrar el papel de la sal en su proceso, puesto
que además de aportar sabor salado, mejora la conserva y afirma la
textura por su interacción con las proteínas.
La
sal puede mezclarse directamente en la cuajada o sólo aplicarla en
la superficie exterior del queso.
Los
datos nutricionales del queso pueden variar en función de su
contenido en grasa, pero en general se puede decir que es una rica
fuente de calcio, proteínas, y fósforo. 100 gramos de queso
manchego contienen 21 gramos de proteínas y entre 600 y 900
miligramos de calcio. Al tratarse básicamente de leche concentrada,
hacen falta 600 gramos de leche para igualar esta cantidad de
proteínas, y 550 gramos para la de calcio
Fuente:
Dolores Manríquez Martínez. 13 consejos
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