Automasaje de pies: relajante y antidolor
Para nuestro masaje de pies, lo primero es darle
el tiempo que requiere, sin urgencias. Procura una temperatura
agradable, una luz tenue y hasta una música relajante. Concéntrate en el
aquí y ahora mediante dos o tres respiraciones
conscientes, lentas y profundas. Ninguna idea ajena al masaje puede
distraernos. Frota las manos entre sí para calentarlas y empezar.
1. Para relajar pies cansados
Esta rutina se realiza en el masaje shiatsu. La forma más cómoda de realizarlo es sentado en una silla:
Presiona con los dos pulgares una línea imaginaria que va desde el talón hacia los dedos.
Pasa los nudillos tres o cuatro veces por toda la planta del pie, ejerciendo cierta presión.

Trabaja dedo por dedo, apretando y movilizando cada una de las pequeñas articulaciones.

Con el codo flexionado, vuelve a dibujar círculos, dejando caer el peso del tronco para aumentar la presión. Para finalizar, aprieta los pies con ambas manos.

Puedes terminar la rutina con un ejercicio con pelota. Deja caer el
peso del cuerpo sobre el pie que pisa la pelota e incide con movimientos lentos sobre las zonas dolorosas.
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