Activa tu vida

Ejercicio con un poco de fuerza de voluntad

Apuesta por las escaleras. No pierdas la oportunidad de subir escalones siempre que puedas y olvídate del ascensor. Se trata de un sencillo gesto que puedes realizar cuando vas a casa o al trabajo y no te llevará más de unos minutos. Los primeros días puede ser duro, pero merece la pena.
Caminar siempre. Las caminatas suelen ser un ejercicio de los más sencillos, intenta practicarlo de manera continuada durante al menos 30 minutos. Procura elegir zonas ajardinadas y agradables que tengas cerca de casa y así te sentirás mucho más relajado. También puedes optar por pararte una estación de metro antes, al ir a trabajar, o dejar el coche en casa siempre que puedas. Cualquier excusa es buena.
Haz descansos en el trabajo. Si tu empleo requiere que pases largas horas sentado frente a un ordenador o un cúmulo de papeleo, procura tomar breves descansos cada hora y estira las piernas y descansa. Te ayudará a relajarte y te mantendrá activo.
Desempolva la bicicleta. Hablamos de uno de los medios de transporte más sano que existe, plantéate empezar a usarla más ahora que ha llegado el buen tiempo e incluso, vete con ella a la oficina.
Aprovecha las labores del hogar. Como ya hemos dicho, cualquier excusa es buena para practicar ejercicio, así que anímate a dejar como una patena tu casa, pintarla o cambiar de sitio los muebles. Se trata de moverse, no lo olvides.